Hace unos días, la escritora Irene Vallejo compartió en redes unos recortes que revelaban la verdadera razón que puso fin al matrimonio entre el músico y actor Harmon Oscar Nelson y la actriz Bette Davis: "Lee demasiado”, alegaba el marido a la hora de pedir el divorcio en 1938. "Era un grado innecesario", insistía el hombre. Él se quedaba sentado mientras ella pasaba página tras página, le repateaba que bucease en otras historias que no fuera la suya, que tuviera pensamientos propios, ansía de conocimiento. Bette no rebatió las acusaciones. De menuda te has librado, chica.
Bette Davis tenía pasión por la literatura y a Harmon le molestaba. Ella leía frecuentemente, también cuando su marido tenía invitados en casa. "Ella pensaba que su trabajo era más importante que su matrimonio", alegaba. Duraron seis años casados. Claro está que a un hombre que le incomoda tu intelecto lo que le estorba es cualquier atisbo tuyo de independencia. Detrás había más mugre y la diva de Holywood acabó revelando en 1982 que se había sometido a dos abortos a petición de su esposo durante su matrimonio: "siendo una esposa obediente, eso fue lo que hice".


Han pasado 87 años de aquel entonces y el machismo sigue impregnado con asombrosa facilidad en el pensamiento colectivo. Es una mala hierba, siempre está creciendo. No han cambiado demasiado las cosas, así lo revelan un estudio de 2015 que, aunque expone como los hombres heterosexuales dicen preferir mujeres inteligentes, en la práctica estar cerca de una mujer que demuestra mayor inteligencia es percibido como una amenaza para su autoestima o ego masculino. Esto produciría una disminución en el deseo de iniciar una relación con ella.
En 2016 salió otro estudio que era un poco más optimista e insistía en que esto podría estar cambiando y los hombres heterosexuales valorarían cada vez más la inteligencia por encima de la belleza al elegir a sus parejas mujeres a largo plazo. Y es que, según los datos recogidos, el contexto social y cultural de un país sería crucial para ello. Cuanto más igualitario es un país en términos de género, menos probable sería que hombres y mujeres intercambien la capacidad económica masculina por la juventud y belleza femeninas.
A día se hoy los hombres valorarían a grandes rasgos muchos más la intelectualidad femenina que en el pasado, pero seamos honestas, para valorarla más que en plenos años 30, cuando Harmon le pidió el divorcio a Davis por leer demasiado, tampoco hacía falta mucho. ¿Es un rayito de esperanza o una falsa ilusión? Bette Davis siguió leyendo, nosotras haremos lo propio.
Fotos | Imdb
En Trendencias | Las 22 mejores series de mujeres de la historia de la televisión (y dónde verlas)